...a través de Bertha Dudde - 06.12.1956
BD 6707 Acerca del curso de pre-desarrollo del alma …

Hace mucho tiempo que vosotros, los humanos, habitáis en esta Tierra sin que lo sabéis. Pero Mi Palabra debería bastaros, que ya habíais pasado un largo tiempo tras de vosotros cuando comenzasteis vuestra vida terrenal como seres humanos … Pero ahora tenéis que pasar la prueba final para poder completar vuestro desarrollo en la Tierra y progresar espiritualmente hacia una dicha inimaginable. La vida terrenal que dejasteis detrás de vosotros fue difícil; por lo tanto, como seres humanos, se os privó de la capacidad de recordar, pues esto bastaría para impulsaros al máximo esfuerzo, pero tal esfuerzo sólo nacería del miedo, pero no en el libre albedrío.

Así pues, no sabéis nada a cerca de vuestro pasado, sino que sólo podéis creerlo … y vuestra creencia al respecto sólo será muy débil, por lo que no existe una compulsión de voluntad para vuestra transformación en la Tierra. Sin embargo, este conocimiento se os presenta con gran urgencia, para que podáis vivir la vida terrenal con responsabilidad … Tuvisteis que sufrir mucho en todas vuestras pre-encarnaciones anteriores, y solo así pudisteis alcanzar el grado de madurez, que es el prerrequisito para la encarnación como ser humano … Pero ahora también tenéis que hacer todo lo posible por alcanzar vuestra libertad final, que entonces jamás perderéis.

Ante vosotros se encuentra un futuro sumamente dichoso, tras vosotros una vida de tormento y atadura … Y vosotros mismos lo decidís durante vuestra vida terrenal qué destino preparáis para vuestra alma … Pero vuestra alma es vuestro verdadero “yo”, así que no penséis en un segundo ser cuya destino os sea diferente, sino que recordad más bien que sois vosotros mismos quienes pueden llegar a ser dichosos o que tenéis que sufrir inconmensurablemente, y así vosotros mismos os estáis creando un destino en libertad y felicidad mientras aún permanecéis en la Tierra, pues no os queda mucho tiempo para eso …

Aún sois seres conscientes del yo, con la capacidad de poder pensar y según vuestra voluntad y pensamiento de actuar, pues para eso disponéis de la fuerza vital … Pero ese estado anterior, que está detrás de vosotros era un estado de completa oscuridad, y si este estado volviera estar vuestro destino de nuevo, vuestra conciencia del yo y vuestra capacidad de pensar se desvanecerían. Pero sentiréis los tormentos porque estáis atados de la forma más firme … mientras que, si se os concede un destino bendito, seréis conscientes de vuestro ser en la luz y la libertad, sumamente felices y capaces de aumentar constantemente vuestra dicha.

Pero también os faltan pruebas de esto, pues tales también restringirían el libre albedrío y devaluarían un esfuerzo hacia las alturas. Sin embargo, vuestra voz interior siempre os impulsará, y tenéis que escucharla y seguirla. Debéis esforzaros por ser buenos por el bien mismo; de dejar que vuestra naturaleza primigenia se abra paso, pues era buena y noble, porque surgisteis perfectos de la mano de Dios.

El tiempo que vivís en la Tierra como seres humanos es muy corto, pero suficiente para transformaros de las criaturas imperfectas en las que una vez os convertisteis por voluntad propia, a la perfección que una vez os adornó. Este corto tiempo en la Tierra es suficiente, si tan solo vuestra voluntad está preparada. Y esta es la decisión, la prueba de la voluntad, para la cual os fue dada la vida terrenal. Hay mucho en juego para vosotros, y tenéis que tenerlo en cuenta, aunque no tengáis pruebas. Simplemente no penséis que pereceréis con la muerte de vuestro cuerpo. Seguiréis existiendo, pero en qué forma, lo determinaréis vosotros mismos, y tenéis que aceptar el destino que vosotros mismos os habéis preparado para vuestra alma …

Amén